Ser joven
y pobre sigue siendo un problema
de
hogares, de 2011, del
INE
demuestra que también
en
materia de Salud,
la
brecha entre ricos y
pobres
se expresa en la
atención
sanitaria.. Según
la
misma, desde que entró
en
vigencia el FONASA, el
sistema
de salud privado
se
expande mientras que
se
produce un achicamiento
del
sistema público Se
demuestra
que la población
de
menores ingresos
se
atiende en ASSE
(69%)
mientras que la de
mayor
poder adquisitivo
lo
hace en las IAMC. Que
en
ASSE el grupo etario
con
mayores derechos de
atención
es el de 0 a
17
años y
que los máximos
picos de
no cobertura
se dan
en el tramo de 18
a 40
años. Dice también
que en
los jóvenes al
cumplir
18 años, hay una
notable
disminución de
su
afiliación, asociada a
la
pérdida de derechos
por
FONASA. Parte de
esos
jóvenes pasan a
atenderse
en ASSE y otra
parte
queda sin cobertura.
Por
último sólo un
30% de
la población tiene
cobertura
de emergencia,
y
dentro del sector más
pobre
tan solo el 12%, la
posee./p.3
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