Villa Española, en el cuerpo del club: con el empeño puesto en la verdad
Adentro de una cancha de fútbol pueden suceder muchas cosas. Se puede jugar mientras afuera resuenan las balas de la Policía contra el pueblo, como hace unos días en Colombia. Puede haber una guerra mientras la pelota besa la red, como en Palestina. Y puede haber un manto de impunidad y cuerpos desaparecidos, como en Uruguay. Se juega como se vive. La cuestión es pertenecer o no pertenecer al recóndito lugar del Infierno de Dante, reservado para los que en tiempos de crisis eligen permanecer neutrales. Pudo haber sido una casualidad que las dos instituciones que abrieron el Campeonato Uruguayo 2021 fueran fundadas por republicanos españoles. También pudo haber sido una casualidad que las dos eligieran manifestarse poniéndole causas al cuerpo y los colores. Progreso, de camiseta negra con la cara estampada sonriente del expresidente Tabaré Vázquez. Villa Española, con una Marcha del Silencio estampada en la remera. Además, ante la imposibilidad de disfrutar con su gente el regreso a