Helios Sarthou: “ser radical es no
ser mentiroso”
publicado a la(s) 08/06/2012 06:15 por
Semanario Voces
Cuando Helios
Sarthou (Corriente de Izquierda) era senador, llamarlo asi era exponerse a un
rezongo. “Mas senador sera usted”,podia llegar a contestar, pero no por
caprichoso, sino por su vision critica de los “resabios aristocraticos” del
sistema politico. No le molesta que lo intenten descalificar llamandolo
radical. El se define como un contradictor, expone ideas de cambios profundos
y no tiene intenciones de ser “el nene bueno de la pelicula”. Y se rie a
carcajadas cuando piensa en “la revolucion del centro” y en la
“industrializacion de Saravia”.
¿Qué razones hay para que optar
por el Frente?
Tenemos que ganar porque el Partido Colorado y
el Partido Nacional están totalmente agotados, no tienen ni siquiera un plan
para presentar. La prueba está que el Partido Colorado sale a hablar de “la
revolución del centro”, ya desistió de tener gente de sectores populares. Y
para peor, ponen a José Batlle y Ordóñez, que fue de una etapa creadora y que
apoyó siempre a los obreros. Ponerlo ahí para una “revolución del centro” es
una especie de certificado de desastre. Qué puede pensar un viejo batllista
de eso. El Partido Colorado le puso el sobretodo a la revolución del centro,
lo mató con efecto retroactivo a Batlle y Ordóñez, que fue defensor de los
trabajadores y de los anarquistas que venían de Argentina.
Y los otros industrializaron a Saravia de una
forma increíble, porque nunca se acordaron de él de esa forma. Lo salieron a
explotar industrialmente. Además, no quieren a los revolucionarios en el
gobierno, pero a los revolucionarios viejos sí. Saravia se levantó contra un
régimen institucional y quería mantener los departamentos que tenía. Acá lo
industrializaron porque no tienen nada que presentarle a la ciudadanía.
Esto demuestra que están liquidados, que no
tienen una identidad y mucho menos un proyecto de país. El último proyecto
que tenían era la plaza financiera, que nos arrojó esta crisis brutal.
Cuando usted era senador, no le
gustaba que lo llamaran senador.
Lo que pasa es que yo sostenía que no debía
haber Senado. Y sostengo que tendría que hacerse una Constituyente, además de
poner formas más perfeccionadas de la democracia directa, por ejemplo, el
referéndum revocatorio que tiene la Constitución de Venezuela, que era de la
comuna de París. El que tiene experiencia parlamentaria sabe que hay tipos
que llegan ahí y es como “llegué acá, me quedo ahora haciendo la plancha cinco
años” y seis meses antes están pensando cómo hacen para quedarse. Esa es la
mentalidad que se desarrolla y por eso la democracia representativa no está
funcionando bien. Era muy distinto cuando iba gente ahí que eran luchadores
sociales y lo otro les importaba un carajo. Ahora son más profesionales
políticos. Cuando iban Arismendi, Erro, iban a romper y uno veía que al
sistema lo salían a enjuiciar plenamente.
Entonces yo decía que no a esa mentira de
Lacalle de estar sacando dos o tres legisladores para ahorrar. Yo digo que
saquemos el Senado, eliminamos un 50% del trámite, que no es necesario y es
un resabio aristocrático, era lo que habían establecido para frenar a los
diputados del pueblo. A veces dicen que es un cargo que responde a la unidad
nacional, no tan particularizado como el del diputado, pero es absolutamente
teórico, porque hay diputados que trabajan bien a escala nacional, aunque
sean de un departamento, y senadores que no tienen un sentido nacional.
Lo interesante sería poder representar también
a los barrios, que es un poco lo que está haciendo Bolivia con una ley de
democracia directa que es muy buena, agregando diputados que son electos por
asambleas barriales. Ese es un camino que a la larga va a venir. También hay
que establecer la posibilidad de hacer referéndum respecto de proyectos. El
pueblo tiene que empezar a gobernar porque la democracia representativa se
agotó. Por supuesto que esto no significa darle el gobierno a los milicos,
porque es preferible la peor democracia representativa que cualquier gobierno
autoritario. Pero es cierto que se va a tener que profundizar. Si ustedes
leen“La revolución del centro” del Partido Colorado, uno de los puntos es
frenar y cambiar el referéndum porque le tienen miedo al pueblo.
¿Entonces usted propone una
reforma de la Constitución?
No, no, no en lo inmediato. Desde mi punto de
vista, bastante utópico pero diciendo lo que tendría que ser, nosotros
ahorraríamos dinero y tiempo, así como ligaríamos más los legisladores a los
lugares. Porque el senador queda sobrevolando y no responde a determinada
gente. El diputado está más cerca de la gente. Tendrían que ser todos
representantes del pueblo. Que le pongan el número que consideren, pero no
tiene sentido mantener una estructura que en el fondo responde a la carrera
política uruguaya: edil, diputado, senador, y quien te dice si después
intendente o presidente.
Además, las cámaras empresariales y sectores
de intereses tienen llaves más bien en el Senado, que es donde de pronto se
concretan los objetivos de esos tipos porque es más secreta y menos popular
la gestión que en Diputados.
¿Extraña el trabajo parlamentario?
No, lo que uno extraña es la posibilidad que
presenta el Parlamento de hacer conocer las ideas. Desde afuera, se pierde
enormemente en hacer llegar lo que uno piensa. Esta sociedad le da un estatus
de privilegio, a través de los medios de comunicación en general, a quienes
son legisladores. Para quien ha estado allí, después se comete una especie de
muerte civil desde el punto de vista de transmitir las ideas. No interesa la
opinión del que no es legislador aunque sea político y esté en fracciones
chicas.
Desde el punto de vista del trabajo, no me
convence el funcionamiento actual de la democracia representativa. Yo
presenté una cantidad de proyectos que nunca salieron, algunos ni entraron en
las comisiones porque lo que la gente no sabe es que hay resortes que el
bipartidismo blanco y colorado ha instalado que si uno no consigue apoyo, ni
siquiera entran en comisión. La gente a veces le reprocha a uno por no
presentar un proyecto, pero aunque usted lo presente, queda trancado ahí. A
veces el aval es dejarlo entrar, discutirlo y que no salga, entonces se hace
el show democrático, una especie de gimnasia. La frustración que significa
eso es menor cuando uno no tiene la responsabilidad. Si uno está en un lugar
donde se supone que se pueden hacer cosas, es más dura la sensación. Uno es
más responsable cuando está en un lugar en que la gente piensa que puede
hacer cambios.
Respecto a la democracia directa,
usted ha hecho punta con el proyecto de iniciativa popular.
Es un aporte que hicimos con intención de, sin
alterar estructuras y previsto en la Constitución, utilizar incluso a favor
de que la izquierda no tuviera que conseguir por negociación. Los costos de
conseguir por negociación son muy difíciles. Cuando el pueblo lo resuelve, le
facilita a la fuerza de izquierda por ser el soberano el que decide. Ustedes
ven que es clarísimo que el referéndum del agua está ahora en manos del
pueblo. Y sin embargo, cómo será el intento de hacer movimientos en contra de
la democracia directa, que han hecho la intentona de entregarle la mejora de
gestión a una empresa francesa para hacer un contrato que generaría
consecuencias que perturban lo que está discutiéndose allí, que es el
carácter estatal.
La ley de iniciativa popular nos permitiría
tocar muchos temas, no siendo impuestos, causa jubilatoria y otros que son de
iniciativa del Poder Ejecutivo. Funciona igual que el referéndum, pero en
lugar de revocar una ley, propone una ley. Convierte al pueblo en legislador.
Cuando lo explico en un comité, el pueblo no entiende cómo puede ser
legislador. Están tan acostumbrados a que todo se tiene que hacer a través de
los representantes, que les cuesta entender que pueden ser protagonistas.
¿Qué política económica debe
llevar adelante el FA?
Nuestro sector político entiende que primero
el país tiene que hacerse soberano, punto en que vamos a coincidir con los
grupos con que pensamos hacer un acuerdo electoral (26 de Marzo). El país no
es soberano en lo económico ni tampoco en lo cultural. Tenemos bandera,
tenemos escudo, pero no tenemos capacidad de decidir en lo económico. Cuando
en el 91 se congelaron los salarios, nadie lo quería, lo impuso el FMI. Hay
temas muy importantes que están decididos desde afuera. Lo único que trata de
hacer el FMI es crear el dominio para cumplir sus objetivos.
El Partido Colorado y el Partido Nacional
siguieron la política de prórrogas, todavía creando la trama de que lograron
un canje y parece que Atchugarry hubiera sido un dios. Pero no soluciona el
problema de fondo.
El empleo necesita una poderosa inversión y
tendrían que ir dirigentes sindicales, y no diplomáticos, llevando pruebas de
los asentamientos y decir que con este panorama nos acogemos a la ley 13.751,
que aprueba los pactos de derechos sociales, económicos y políticos de la ONU
y que establecen que no se pueden afectar con las obligaciones los medios de
subsistencia de un Estado. Además, hay que descontar la parte de la deuda que
corresponde a la dictadura, y eso la apoya la Asociación Americana de
Juristas, que plantea que es una deuda ilícita. Hay casos importantes, como
la deuda de Polonia después de la guerra, la de Costa Rica en la dictadura de
Tinoco. Hay ejemplos históricos de que un gobierno usurpador no genera
compromisos. Si restamos esa parte de la deuda, la bajaríamos al 50%.
Siempre han asustado con la deuda externa.
Pero peor que hoy no se puede estar. El tipo no tiene trabajo, se borró de la
mutualista, tiene al hijo en España, la mujer está en seguro de paro. ¿Qué
más malo le pueden hacer?
Ahora se sostiene que el FMI va a ayudar para
solucionar el plan de emergencia, que permitirá ganar tiempo para tratar de
hacer otros cambios. Por esa vía se logra lo que Kirchner logró a través de
una política de derechos humanos y de anticorrupción, que pasó del 29 al 85%
de adhesión. Y yo quiero decir que ese camino, el de la ayuda del FMI, es el
camino post dictadura que nos enterró.
Kirchner hizo los planes trabajar, pero ahora
no puede resolver el tema del hambre y del trabajo, porque tendría que entrar
a afectar intereses y yo no sé si está dispuesto a dar ese paso. Y Lula pagó
en este semestre 18.500 millones de dólares de deuda. La Iglesia denunció que
habían reducido los planes asistenciales al 10% por haber pagado esa cifra.
Entonces el FA tiene que tener cuidado con transar con una situación que
después no permita cumplir el programa.
¿No se corre el riesgo de caer en
default, por ejemplo?
Y bueno, en Argentina se tuvieron que
aguantar. Enrique Iglesias ha declarado que el FMI estaba estudiando que un
país que tuviera el 40% o más del PBI comprometido no podía pagar la deuda
externa. Entonces somos más realistas que el rey, si ellos hablan del 40% y
nosotros tenemos el 110% absorbidos.
¿Cuánto nos afecta la corrupción?
Hay que encarar el tema del secreto bancario,
que es el gran instrumento de la corrupción. Siendo senador, yo pedí la
información sobre cuáles eran los grandes deudores del BROU, que han sido los
que se lo tragaron y siempre les han dado todo lo que querían, y no me dieron
esa información. Ahora hay una revolución semántica y ya no son latifundistas
sino productores rurales, aunque tengan cuatro millones de dólares.
Esto tiene mucho que ver con el saneamiento de
la política económica. Se llevaron mil millones de dólares con el tema
bancario.
Hay aspectos de justicia social, como el de
los salarios, que no se ha encarado por falta de soberanía. Acá tendría que
convocarse al consejo de salarios, porque la ley está vigente, nadie la
derogó. Además, tendría que ser con un sistema participativo que ayuda al
desarrollo del sindicalismo. Desde el 85 al 91 convocaron a consejos de
salarios pero sin elecciones, porque ya había mala intención, sabiendo que
esas elecciones desarrollan el sistema sindical.
Si levantamos los salarios, levantamos el
consumo. Si no levantamos la demanda interna, este país tampoco funciona. Se
cerraron todos los comercios, desaparecieron todos. Y hay que empezar a
aplicar la autogestión. Aquello de Cristalerías no salió porque no querían
hacerlo sin una presencia empresarial. Gastaron más en seguro de paro que lo
que pedían los trabajadores para poder funcionar porque no quieren que se
piense que una fábrica puede trabajar sin capitalistas.
¿Qué hay que hacer con las AFAP?
Nosotros vamos a plantear ante la Suprema
Corte de Justicia un recurso de inconstitucionalidad de las AFAP.
La Constitución establece que se puede hacer
la detracción de parte del salario para hacer un seguro social, pero no para
entregárselo a empresas privadas como las AFAP. Son empresas que se manejan
por el derecho privado, entonces estamos entregando parte del salario de los
trabajadores a una AFAP que privatiza la seguridad social y después se lo
pasa a una aseguradora. Es absolutamente inconstitucional, porque además te
hacen socio de una sociedad anónima por la fuerza.
Eso es muy importante porque las jubilaciones
se están aguantando con un aporte real de empresas y trabajadores del 40%. El
resto lo están sacando de Rentas Generales. Y ojo que este es un país con 700
mil viejos y la gran política contra la desocupación ha sido la exportación
de desocupados.
¿Qué puede pasar con el Mercosur
con los cambios políticos en la región?
El Mercosur fue impuesto por Bush padre. Dos meses
después de firmar el Mercosur, nos llevaron a Washington a firmar el tratado
4+1. En realidad, los cuatro no valían nada y el uno daba la orden. Ese
tratado establece un catecismo neoliberal pleno, diciendo que el libre
comercio era fundamental y que no podía haber proteccionismo de ninguna
manera. El verso que nos hacían era que iba a haber reconversión del trabajo
industrial al sector servicios. Pero reconversión no hubo ninguna. Se terminó
el trabajo industrial y se acabó. Entonces el Mercosur así como está no nos
sirve. Comprende a muy pocos países y no resuelve problemas fundamentales de
la integración. La única salida que hay es amplificar y corregir. Fue una
integración hecha para permitir que ingresaran capitales, pero no fue una
integración productiva, ni social ni cultural. Entonces hay que hacer esa
integración y también la compensación que se ha hecho en la Unión Europea.
Chávez está planteando la unidad latinoamericana y no los paisitos que eligió
Bush. El Mercosur hay que ampliarlo, borrar los primeros trazos para que no
sea una integración capitalista, sino una integración popular y hacer la
compensación, la división del trabajo.
¿Cómo le sienta el apelativo de
radical?
Lo ponen los que les molestan los supuestos
radicales para desprestigiarlos ante la gente. Acá ha habido todo un trabajo
para imponer la idea de que lo importante es la gente que transa. Una gran
operación para cambiar la cabeza de la gente, complementado con una
televisión que fabrica el hombre adaptado.
Hay una especie de prédica maniquea en la que
el malo es el que quiere cambiar, el que quiere luchar, y el bueno es el que
transa.
En general, se descalifica al contradictor.
Antes el revolucionario era el paradigma del idealista. Ahora es un radical
duro que impide que se pueda hacer el paso suave.
Entonces, no le molesta.
No, qué me va a molestar. Lo entiendo, es una
prédica del contrario. Ya ser radical es no ser mentiroso y si hay que hacer
cambios profundos, hay que hacerlos y no intentar quedar como el nene bueno
de la película.
¿Cuál va a ser el rol de la CI en
un gobierno progresista?
Dentro de nuestra modestia, nosotros tenemos
que trabajar más después que se gane, para crear convicción de que son
necesarias estas medidas para que no falle la izquierda.
Nosotros queremos poder cumplir la promesa de
la izquierda. No es que seamos los que tenemos la verdad, sino siendo un
pequeño grupo de militantes en defensa de lo que creemos que está de acuerdo
con lo que sostuvieron los grandes fundadores del FA.
No hay contralor del funcionamiento de la
democracia representativa. Es el proceso de burocratización que crea el
crecimiento, el FA tiene defectos derivados del crecimiento, que termina el
impulso que había antes de decir lo que tenía que ser. El FA creció porque
convenció a mucha gente porque decía la verdad y no la condicionaba a ver si
estaba bien electoralemente. A partir del 94, cuando empieza a verse la
posibilidad de ganar, el FA empieza a condicionar su hacer al análisis de los
resultados.
¿Qué se puede hacer en materia de
derechos humanos?
Si encaráramos la ley de impunidad, que es una
falla grave desde el punto de vista ético de una sociedad, que no puede
llevar seis años al Comcar a un muchacho porque robó una campera y de repente
anda caminando un torturador por toda la ciudad, la gente lo puede respaldar.
La gente no se anima a hacer esas cosas por sí sola. El distinto trato de la
justicia es una falta grave.
La Comisión para la Paz fue una medida de
punto final aplicada con habilidad por Batlle. Si una comisión declara por
convicción que ha muerto Helena Quinteros, es una cosa que no se puede
entender. El efecto era que al declarar su fallecimiento desaparece la
imprescriptibilidad. Esa comisión no aportó nada.
¿Cómo hace la CI para insertar sus
propuestas en épocas de marketing político?
Es difícil, además de no poder contar con los
medios, porque a nosotros la televisión no nos deja ni asomarnos. Hablamos en
un espacio radial que lo pagamos. Es muy difícil la tarea en ese sentido.
Incluso antes se hacía militancia. Pero ahora desaparecieron aquellos centros
de sociabilidad, de intercambio. Además, la caja boba presenta la visión
oficial del país y para shockear un poco al público siempre presentan
accidentes.
Yo no estoy en contra de la televisión, sino
que habría que cambiar su funcionamiento. Tampoco soy un ludista de aquellos
que querían destruir las máquinas. Pero creo que la televisión tendría que
admitir más el pluralismo.
entrevista:
alejandro amaral y jorge lauro / fotos: andres cribari publicada en voces en
el año 2004
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