Apuntes económicos en la calle, numero 4
¿Cuáles son los paises mas endeudados?
Los países ricos suelen pontificar sobre el
manejo “irresponsable” y “corrupto” de muchas naciones, pero son los que
lideran de lejos la tabla de los países más endeudados.
Japón encabeza el ránking por amplio margen y
entre los 14 países más endeudados del planeta, sólo Zimbabue, Jamaica, Eritrea
y Granada pertenecen a los más pobres.
Estados Unidos, Grecia, Italia, Portugal e
Islandia están entre los países desarrollados con deudas por encima del 100% de
su Producto Interno Bruto (PIB), es decir, de todo lo que produce la economía
nacional en un año.
Según una autoridad mundial en temas de deuda,
Robert Pollin, co-director del Political Economy Research Institute(Peri)
de Massachussets, EE.UU., este endeudamiento es un privilegio de los países
ricos que, sin embargo, tiene un precio.
“Muchos países desarrollados pueden endeudarse
en sus propias monedas y acceder a los mercados financieros a muy bajas tasas
de interés. Endeudarse de esta manera para financiar el crecimiento o salir de
una crisis es una gran ventaja, pero no es un viaje gratis. Todo depende de las
circunstancias de cada país”, indicó a BBC Mundo.
LOS 12 PAÍSES MÁS ENDEUDADOS por PIB en 2012
1) Japón: 237%
2) Zimbabue: 202%
3) Grecia: 158%
4) Jamaica: 146%
5) Eritrea: 125%
6) Italia: 126%
7) Portugal: 122%
8) República de Irlanda: 117%
9) Granada: 112%
10) Estados Unidos: 106%
11) Islandia: 99,3%
12) Bélgica: 99%
13) Reino Unido: 90,3%
14) Francia: 90,29%
Fuente: Global Economic Outlook, Fondo Monetario Internacional (FMI)
1) Japón: 237%
2) Zimbabue: 202%
3) Grecia: 158%
4) Jamaica: 146%
5) Eritrea: 125%
6) Italia: 126%
7) Portugal: 122%
8) República de Irlanda: 117%
9) Granada: 112%
10) Estados Unidos: 106%
11) Islandia: 99,3%
12) Bélgica: 99%
13) Reino Unido: 90,3%
14) Francia: 90,29%
Fuente: Global Economic Outlook, Fondo Monetario Internacional (FMI)
Impacto de la deuda
El impacto económico de la deuda es materia de
mucho debate.
En la década de 1990 el consenso avalado por el
Fondo Monetario Internacional era que un 60% de deuda pública en relación al
PIB constituía un umbral prudente para un país desarrollado, mientras que en
una nación en desarrollo debía ser un 40%.
Esta diferencia marcaba la distinta capacidad
de pago (recaudación fiscal, exportaciones, acceso a los mercados para refinanciar
la deuda, etc.) de los distintos países.
Pero en un estudio publicado en 2010 que
levantó una fuerte polémica, dos expertos en temas de deuda de la Universidad
de Harvard, Carmen Reinhart y Ken Rogoff, señalaron que una deuda pública por
encima del 90% impedía el crecimiento.
El estudio coincidió con la crisis de la deuda
soberana en la Eurozona y fue usado para justificar los planes de ajuste
promovidos por la Troika (Fondo Monetario Internacional, Comisión Europea y
Banco Central Europeo).
El problema surgió cuando un estudiante de la
Universidad de Massachusetts, bajo la supervisión de dos profesores, halló
gruesos errores en los datos que condujeron a un artículo en que los tres
rebatieron la tesis de Reinhart-Rogoff.
Robert Pollin fue uno de los profesores que
supervisó el trabajo y escribió la respuesta a Reinhart-Rogoff.
“Plantear que hay un umbral determinado que
produce problemas muy graves por sí mismo sin que importe el país o la
situación económica es obviamente errado. La razón por la que se elevó tanto el
nivel de deuda en el mundo desarrollado fue la crisis financiera de 2007-2008″,
señala Pollin.
“El sector público tuvo que intervenir para
impedir una recesión peor, pero el impacto de este endeudamiento no fue tan
grave porque no produjo la tan temida disparada de las tasas de interés. Todo
lo contrario: las tasas siguieron a un nivel bajísimo. Por otro lado, Estados
Unidos, que puede emitir deuda en su propia moneda, no es lo mismo que Grecia,
que no puede hacerlo, así que tiene que crecer o exportar más para pagar los
servicios de deuda. Aplicar el mismo umbral a casos tan disímiles es absurdo”,
agregó.
Deuda creciente
El problema es que la deuda ha crecido a pasos
agigantados en muchos países desarrollados en los últimos 20 años.
Japón pasó el umbral del 100% del Producto
Interno Bruto en 1997: hoy se sitúa alrededor del 240% del PIB.
En Grecia era un 115% en 2007 y se acercará a
200% a fin de este año. Portugal y España duplicaron su deuda en seis años. En
Italia pasó del 112% hace siete años a más del 130% hoy.
El manejo de la deuda depende sobre todo de la
tasa de interés. Hoy está a niveles muy bajos históricamente tanto en Estados
Unidos como en Europa y Japón, pero tarde o temprano, aumentará.
“Un aumento de las tasas de interés puede
complicar las cosas. Esto sucedió en Estados Unidos en los 80 con Ronald
Reagan, porque se pagaba un 10 o 11% a diferencia de hoy que pedimos prestado a
un 1 o 2%. De modo que en aquella época una buena parte del presupuesto se
destinaba al pago de intereses”, indicó Pollin.
Es uno de los peligros de un aumento
exponencial de la deuda: América Latina conoció el problema de primera mano.
La década perdida
En los años 80 la deuda fue un albatros que
ahogó la economía regional y condujo a lo que hoy llamamos la década perdida.
La “salida” de esta crisis incluyó varias
reestructuraciones de deuda, mucha ingeniería financiera (Plan Baker, Plan
Brady), cesaciones de pago y heridas que no terminan de cerrarse como se puede
ver en el caso de Argentina y los fondos buitre.
Según el Coordinador del Observatorio Económico
de América Latina (Obela) y académico de la UNAM en México, Oscar Ugarteche, el
precio económico regional fue muy alto.
“El servicio de la deuda se llevó una porción
cada vez más grande del presupuesto que se robó a la inversión pública en
infraestructura o en educación o salud. El impacto de esta desinversión fue un
menor crecimiento económico que dificultó aún más el pago de la deuda y que a
mediano y largo plazo creó problemas de competitividad por la falta de
inversión en la infraestructura que necesita toda economía para desarrollarse”,
indicó a BBC Mundo.
Esta penosa experiencia no pasó en vano, como
señala un informe sobre la finanzas públicas de la región publicado este año
por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
“En 2013 el promedio de deuda se mantuvo
cercano al 31% del PIB para la región. La caída del pago de intereses ha sido
significativa en los últimos años en América Latina. Se trata de una tendencia
de gran relevancia en la perspectiva de la calidad de las finanzas públicas, al
permitir espacios para una mayor inversión y para el gasto social”, señala el
informe.
En términos de porcentaje del PIB la mayoría de
los países tienen una deuda pública que se sitúa entre el 20 y 40 % del PIB con
Brasil, El Salvador y Nicaragua entre los más endeudados en términos
porcentuales y Chile y Paraguay entre los que menos deben.
Deuda de América Latina por PIB 2012
1) Brasil: 68%
2) Venezuela: 57%
3) Uruguay: 53%
4) El Salvador: 52,1%
5) Nicaragua: 52%
6) Argentina: 44%
7) México: 43%
8) Honduras: 34,6%
9) Costa Rica: 34%
10) Bolivia: 33%
11) Colombia: 32%
12) Guatemala: 25%
13) Perú: 19%
14) Ecuador: 18%
15) Paraguay: 11,3%
16) Chile: 11,2%
Fuente: FMI
1) Brasil: 68%
2) Venezuela: 57%
3) Uruguay: 53%
4) El Salvador: 52,1%
5) Nicaragua: 52%
6) Argentina: 44%
7) México: 43%
8) Honduras: 34,6%
9) Costa Rica: 34%
10) Bolivia: 33%
11) Colombia: 32%
12) Guatemala: 25%
13) Perú: 19%
14) Ecuador: 18%
15) Paraguay: 11,3%
16) Chile: 11,2%
Fuente: FMI
Los más pobres
Medido en relación a su capacidad económica, es
decir, a su PIB, Zimbabue es el segundo país más endeudado del planeta después
de Japón con más del 200% de su PIB.
Medido en términos de su capacidad de pago
real, Zimbabue tiene una poco envidiable corona: está a la cabeza de los Países
Altamente Endeudados, naciones pobres que, según reconoce el mismo FMI, no
pueden pagar su deuda.
Unos 39 países forman parte de este grupo: unos
33 han recibido un alivio parcial o total de la deuda que mantienen con
organismos multilaterales, países y, en menor medida, entidades privadas.
Según Sarah-Jayne Clifton, directora de Jubilee
Debt Campaign, que promueve una solución a largo plazo del tema, la creciente
deuda de los países ricos está perjudicando a los más pobres.
“Por un lado está el impacto que tiene sobre la
demanda de los productos de estos países. Pero además estamos viendo, por la
baja tasa de interés del primer mundo, que hay un boom de los préstamos a
países que no podrán afrontarlos y que puede conducir a una repetición de lo que
fue la crisis en los 80, tanto en América Latina como en países de Africa y
Asia”, indicó a BBC Mundo.
En el universo de la deuda soberana, estos
países han caído en la famosa trampa de la Cándida Eréndida de Gabriel García
Márquez que, por más que entregara vida y cuerpo, sólo conseguía prolongar la
agonía de una deuda que jamás llegaría a pagar.
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