JULIO CESAR GRAUERT, ejemplo.
El próximo 26 de octubre se cumplen 80 años del asesinato de Julio César Grauert, ocurrido el 26 de octubre de 1933. Pablo Minelli, Juan Francisco Guichón y Julio César Grauert, tres ex legisladores batllistas expulsados del Parlamento por la dictadura de Gabriel Terra, al regresar de una reunión política en Minas, fueron cercados a la altura de la ciudad de Pando por policías de Montevideo, Canelones y Lavalleja, siendo acribillado a balazos de fusiles Mauser el auto donde viajaban. Según las víctimas sobrevivientes, solamente tiraron los elementos uniformados. De acuerdo a la versión oficial participaron ambas partes. Lo real es que los únicos heridos fueron los ex diputados doctores Juan Francisco Guichón y Julio César Grauert. Trasladados en pésimas condiciones sanitarias a una comisaría donde se les hizo dormir en el suelo, la herida de Grauert en un muslo que en principio no revestía gravedad se gangrenó y a las pocas horas lo condujo a la muerte. A las 4 y 30 de la madrugada moría el Doctor Grauert a los 30 años de edad. Este sangriento episodio, el segundo que conmovió a la ciudadanía de aquellos años luego del suicidio del Doctor Baltasar Brum ocurrido el mismo día del golpe de Estado, fue tomado como bandera por las fuerzas políticas que se oponían a la dictadura de Terra.
Julio César Grauert había nacido en Montevideo el 13 de diciembre de 1902. Desde muy joven se destacó como orador en las luchas estudiantiles por la Reforma de Córdoba y el Instituto Ariel. Fue fundador de la FEUU, Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay, el 26 de abril de 1926, año en que se graduó como abogado. Participó activamente en la Convención del Partido Colorado Batllista llamando la atención de José Batlle y Ordóñez y de sus grandes colaboradores don Domingo Arena y Justino Zavala Muniz. Fue miembro de la Junta Departamental de Montevideo y Presidente de la misma en 1927, que en aquel momento se denominaba Asamblea Representativa. En 1928 pasa a integrar la Cámara de Representantes como Diputado por Montevideo, siendo reelecto con sus propios votos en 1931 con su Agrupación “Principismo Batllista Avanzar”. Proyectó y llevó adelante el Seguro de Desempleo y el Seguro de Maternidad en el Uruguay y propuso el Colegiado Integral, los Talleres para los empleados del Puerto, la Vivienda Obrera, y un Seguro Médico Integral para los obreros de las fábricas.
El 31 de marzo de 1933, Gabriel Terra, Presidente desde el 1° de marzo de 1931, da un golpe de Estado por el que se disolvió el Parlamento y se censuró la prensa. Julio César Grauert ejerció una férrea oposición a la dictadura, y ese mismo año de 1933 al cumplirse cuatro años de la muerte de don José Batlle y Ordóñez, junto a otros correligionarios batllistas decidieron hacer varios actos de homenaje, demostrando oposición al régimen. Fue así que el 23 de octubre en el viejo teatro Escudero de la ciudad de Minas, Departamento de Lavalleja, realizaron un gran y emotivo acto de repudio a la dictadura.
Julio César Grauert fue el primer legislador y periodista asesinado por una dictadura en el Uruguay. El sepelio del joven líder político se transformó en una manifestación política de más de 30.000 personas que manifestaron por las calles del centro de Montevideo. Cuando llegaron a la Plaza Cagancha se intentó realizar un acto, muy cerca del Palacio Santos donde tenía su despacho el dictador Terra. La policía cargó con bombas lacrimógenas, sablazos y golpes de machete, de los cual resultaron numerosos heridos.
Entre los herederos de su legado político se destaca la abogada Alba Roballo, que fue Diputada, Senadora y Ministra por el Partido Colorado, y luego una de las fundadoras del Frente Amplio, con su Agrupación “Pregón – Julio César Grauert”.
A 80 años de su asesinato, Julio César Grauert es patrimonio de todos los uruguayos en la lucha histórica por un mundo mejor, más justo y solidario. El Museo de la Memoria – MUME, la Asociación de Amigas y Amigos del MUME, y la Fundación Zelmar Michelini realizan este homenaje, consecuentes con la misión de promocionar los Derechos Humanos y la Memoria de las luchas por la Libertad, la Democracia y la Justicia Social, entendiéndolos como conceptos culturales en permanente construcción. El Museo de la Memoria recibirá, en esta conmemoración, dos placas de bronce que estaban en la tumba de Julio César Grauert, una dedicada por la FEUU y la otra por la Agrupación Avanzar, donadas al museo por su hija Raquel Grauert.

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