LA ASONADA DE “EL PAIS”
Cuando alguien se equivoca, es advertido de su
error, pero aun así persiste en su conducta equivocada, da lugar a que se
piense que actúa de mala fe. Eso es lo que está haciendo el diario El País de
Montevideo. Debería tomar ejemplo de su colega homónimo de España, que retiró
de circulación la edición en la que publicó una foto falsa de Hugo Chávez y
pidió disculpas públicamente.
UNA OPERACIÓN DE
ENCHASTRE
Tras la solicitud formal de disculpas y
derecho de réplica que le presentara una delegación de UNIDAD POPULAR por las
graves acusaciones publicadas sobre los incidentes del martes 4 de junio en el
centro de Montevideo, correspondía esperar que el matutino se retractara, pero
en la edición del jueves 13 de junio, EL PAÍS vuelve a insistir en la
participación de "grupos organizados radicales" en la pedrea contra
edificios de la Suprema Corte de Justicia.
Destacando declaraciones del Director de la
Policía Nacional, Sergio Guarteche, quien compareció ante una comisión del
parlamento junto a otras autoridades ministeriales el día miércoles 12 de
junio, el diario trata de sostener la idea que había planteado en artículos
publicados anteriormente.
En la portada dice:
"Piedras que se
tiraron no eran del lugar" Ministerio del Interior ratifica que el ataque
a la SCJ fue organizado. El director de Policía informó ayer en el Parlamento
que grupos organizados radicales participaron en la asonada contra la Suprema
Corte de Justicia durante los festejos aurinegros." El desarrollo de la
noticia comienza citando a Guarteche: "La
virulencia del ataque, la cantidad de piedras que se tiraron -muchas no eran
del lugar- y las roturas que se produjeron en el edificio anexo de la Suprema
Corte de Justicia nos dan la pauta de que se trata de algo organizado",y
agrega: "…
Guarteche calificó de
grupos radicales a los vándalos por su forma de acción: iban con piedras
adentro de sus mochilas, sin identificación de ningún club y se retiraron en
forma organizada.."
Es verdad que ELPAÍS reproduce declaraciones
de un jerarca policial, que deberá hacerse cargo de sus dichos, pero: ¿A qué
hipótesis induce el trabajo periodístico que se elabora en torno a esas
declaraciones? ¿Cuáles pueden ser los "grupos organizados radicales"
a los que se refieren?
El lector habitual de EL PAIS, sin duda
relacionará esta nota con las anteriores que pretendieron vincular con éstos
hechos a grupos políticos de izquierda. Recordará lo que ese matutino afirmaba,
por ejemplo, el pasado domingo 9 de junio:
"La Coordinadora
por la Construcción de la Unidad Popular es la cara más visible de los grupos
políticos de izquierda. En ella confluyen Asamblea Popular, Comuna, Movimiento
26 de Marzo, Movimiento Revolucionario Oriental, Partido Comunista
Revolucionario, Avanzar, Agrupación ProUNIR, Partido Bolchevique del Uruguay,
Refundación Comunista, Movimiento en Defensa de los Jubilados, Partido
Humanista, Intransigencia Socialista,
Movimiento
Revolucionario Artiguista, Partido Obrero y Campesino del Uruguay. Se trata de
una compleja red de grupos que comparten su oposición a la izquierda
tradicional encarnada en el Frente Amplio y ven con desprecio al denominado
"progresismo". Pero cada grupo adentro de Unidad Popular tiene sus
propias características y no necesariamente comparten objetivos y formas de
acción. No obstante, a nivel policial y también político se presume que muchos
de sus militantes también integran en paralelo una suerte de "grupo de
acción" que hace sus demostraciones de fuerza cuando la oportunidad les
garantiza cierta impunidad."
(el subrayado es mío)
Más adelante el mismo artículo afirmaba:
"Una unidad de la
Jefatura de Montevideo y otra de Inteligencia Policial investigan el móvil
político de la asonada realizada en la madrugada del miércoles 5 a la sede de la Suprema Corte
y al Palacio de los Tribunales, afirmaron a El País fuentes policiales."
(el subrayado es mío)
Como se puede observar, citando fuentes
anónimas, se da a entender que UNIDAD POPULAR ampara y hasta representa
políticamente a los autores de los hechos violentos contra la Suprema Corte de
Justicia, que califica como "asonada". Lamentablemente varios medios
escritos y electrónicos han repetido esta versión de EL PAÍS, amplificando el
daño que el matutino causó directamente.
BUSQUEDA TAMBIÉN
DESMIENTE A EL PAÍS
En su edición de este jueves 13 de junio, el
influyente semanario afirma que el martes 11 hubo una reunión reservada de
autoridades del Ministerio del Interior donde se analizó un documento de la
Dirección General de Inteligencia que descarta la presencia de grupos radicales
en los destrozos de la Corte. Ante esto, EL PAÍS trata de salvar su prestigio
invocando contradicciones en la interna policial e insiste en reproducir las
declaraciones de Guarteche que había publicado el día anterior, titulando
"Contrapunto" una sección en la que confronta los dichos de éste con
los de José Colman, Director de Inteligencia, dejando en evidencia que los
jerarcas se contradicen.
Pero esa contradicción no absuelve al diario,
porque sigue el viernes 14 de junio con su campaña de desprestigio contra
grupos políticos de izquierda, al titular:
"A NUEVE DÍAS DE
LA ASONADA EL JUEZ DICE QUE NO PUEDE CITAR A NADIE POR DESTROZOS"
¿Por qué vuelve a utilizar la palabra
"asonada"? Según el diccionario "asonada" significa:
"Reunión tumultuaria y violenta para conseguir algún fin, por lo común
político." Hasta hoy viernes 14 de junio, no hay ninguna prueba de que
hubiera un fin político en los hechos del martes 4. No cabe otra interpretación
que la de atribuir lo ocurrido a un lamentable desborde de euforia
protagonizado por personas no representativas de ningún grupo político. ¿Por
qué ELPAÍS insiste en inducir a error a sus lectores?
Parece muy evidente la intención de agitar los
fantasmas de supuestos ultraizquierdistas violentos organizados para atacar al
Poder Judicial camuflados como hinchas de Peñarol.
Realmente da pena. No es éste el periodismo
que necesitamos para fortalecer la democracia y el buen relacionamiento entre
los uruguayos.
Aníbal Terán Castromán
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