APUNTES SOBRE LA VIDA DEL
DR. JOSÉ LUIS REBELLATO.
Doctor en
Filosofia, teorico social de fuste, extensionista universitario; en suma un
uruguayo verdaderamente destacado que seguramente la mayoria de los uruguayo no
conozca.
Por Ruben Tani - María Gracia Núñez
José Luis Rebellato nació en el departamento de Canelones,
Uruguay en 1946 y falleció en Montevideo en diciembre de 1999. En 1968 obtuvo
el título de Doctor en Filosofía en la Pontificia Universidad Salesiana de
Roma. Su tesis de doctorado versó sobre la doctrina axiológica de Raymond
Polin.
Es autor de numerosos trabajos sobre ética, pedagogía de la
liberación y educación popular, entre los que se destacan: Ética y
práctica social (1989), La encrucijada de la ética (1995),
Ética de la Autonomía (1997) y Democracia, ciudadanía y
poder (1999). En ellos se mantiene constante la formulación de un pensamiento
radical, abierto a los procesos y a las transformaciones, abierto al cambio
social y cultural propuesto por los nuevos movimientos sociales tal como
emergen en América Latina, con sus diversas subjetividades y prácticas
pedagógicas que permitan alentar un cambio humanizador que revalora el mundo
de la vida.
Como formulación teórica alternativa al paradigma dominante
en la reflexión filosófica en las Ciencias Sociales, Rebellato afirma que la
hermenéutica tiene un rol decisivo para la configuración de una ética de la
liberación porque, además de representar una alternativa frente a la filosofía
etnocéntrica, permite interrogar la diversidad cultural latinoamericana en su
dimensión más amplia. La hermenéutica latinoamericanista de Rebellato
para la comprensión de la emergencia de nuevas identidades y subjetividades, se
apoya en las nociones éticas de diálogo, reconocimiento (entre otras cosas, de
la identidad y de la creatividad) y solidaridad en la diversidad. El diálogo y
la solidaridad son recursos anti-autoritarios que se constituyen en condiciones
de las prácticas políticas y educativas que tienen por objetivo la consecución
de democracias radicales con real participación e intervención popular.
Esto supone la educación de la ciudadanía en las diversas esferas de la
democracia y la justicia, de modo tal que cada ciudadano aprenda a ser
gobernante y a impulsar todas las formas de autogestión popular.
(Rebellato, 1996a:105).
Desde comienzos de los ’80, Rebellato comienza a desarrollar
su contribución al pensamiento latinoamericano a partir del marxismo de
Mariátegui, la teoría crítica de Gramsci y la Escuela de Frankfurt con su
atención sobre la pedagogía dialógica de Paulo Freire, la hermenéutica de Paul
Ricoeur, la teología de la liberación, las teorías de la dependencia, la
filosofía de la liberación y el pensamiento de Michel Foucault, Gilles Deleuze,
Félix Guattari y Charles Taylor. Rebellato afirma que, frente a las diversas
formas de dominación y exclusión de nuestros pueblos, los movimientos
sociales desempeñan un rol fundamental con sus proyectos y modalidades de
organización para el logro de nuevas perspectivas de una cultura alternativa.
Estos grupos comparten el rechazo a las condiciones de exclusión naturalizadas
por la hegemonía neoliberal y generan de modo permanente estrategias de
movilización. Algunos de los grupos que destaca son: mujeres, sectores obreros,
desempleados, campesinos, indígenas, negros, jóvenes, estudiantes,
minusválidos, homosexuales, comités de defensa de los derechos humanos,
comunidades cristianas de base, organizaciones de voluntariado, asociaciones de
deudores, organizaciones de autogestión cooperativas, movimientos de educación
popular, movimientos de lucha por el medio ambiente, movimientos que se van
gestando a partir de la organización de los barrios y cantegriles (chabolas,
favelas, villas miserias), los movimientos de lucha por la tierra.
Rebellato afirma:
Esta problemática nos desafía a repensar la centralidad de
la clase obrera. Es indudable que esta centralidad está estrechamente ligada
con el lugar que ocupa en la producción y con su nivel de organización. Lo que
no puede significar reducir la acción de los movimientos sindicales sólo a la
acción de los sectores trabajadores organizados. Una cultura alternativa supone
que todos los movimientos se constituyan en sujetos de iniciativa histórica. (Rebellato, 1988a:42).
Considera que este proceso de constitución de los movimientos
en sujetos de iniciativa histórica supone reconocer la producción de saberes y
poderes, producidos en las luchas por la sobrevivencia. De allí surge la
importancia del espacio territorial y el espacio simbólico como
lugares privilegiados para el ejercicio y el análisis de las formas de poder. A
partir de la filosofía de la praxis de Gramsci y Mariátegui que se interesa en
las estructuras de la vida cotidiana, el folklore, las manifestaciones
religiosas, el lenguaje, los mitos y leyendas, la literatura popular; nuestro
autor considera que los proyectos culturales son fundamentales para la
liberación de los sectores oprimidos porque se constituyen en símbolos de una
identidad auténtica en tanto logran convertirse en manifestaciones
contestatarias emergentes.
En el proceso de recuperación de la identidad cultural de
los sectores excluidos, la mitología y la utopía juegan roles centrales.
Mariátegui reconocía que los mitos suscitan potencialidades y organizan la
voluntad colectiva. En nuestra cultura la utopía que cumple un rol semejante al
mito, está en el centro mismo de la construcción de una nueva sociedad; la
utopía entendida como proyecto que se convierte en una fuerza que contribuye a
hacer real el proyecto histórico de liberación de los pueblos. (Rebellato, 1988b:13).
En este sentido, los mitos y las utopías son movilizadores de la resistencia
indígena porque son creaciones culturales de los pueblos que organizan su
voluntad colectiva. Rebellato no establece diferencia entre mito y utopía
porque las considera "narrativas" que expresan una identidad
comunitaria y cultural. (Rebellato, 1988a:47).
En opinión de Rebellato, como expresiones culturales
auténticas, las comunidades poseen sus identidades narrativas integradas en un
proyecto de vida y proyectadas políticamente. El lenguaje es una condición
simbólica de la identidad y de la interlocución, en cuanto es posibilidad de
intercambio y de construcción de significados en virtud de la relación con
otros sujetos en el reconocimiento de sus alteridades. Rebellato postula una
ética del reconocimiento que se construye dialógicamente y cambia radicalmente
nuestra concepción y nuestras relaciones con los demás. Afirma:
En virtud del lenguaje podemos entendernos a nosotros
mismos, podemos entender a los otros y podemos ser entendidos. En otras
palabras, el lenguaje tiene una intencionalidad orientada al entendimiento. (Rebellato, 1996c:6).
Esta hermenéutica dialógica propuesta por Rebellato
se constituye en un instrumento para el entendimiento que permite la
interpretación del conflicto de las subjetividades y también comprender las
manifestaciones auténticas de las identidades generadas en las narrativas de
las comunidades como en sus proyectos políticos. Es fundamental el
reconocimiento de las prácticas generadas por sujetos que crean espacios, redes
dialógicas no determinadas por un poder externo.
Nos proponemos pensar y actuar en redes dialógicas; es
decir, en formas de organizaciones más complejas, que se retroalimentan, que
desarrollan vínculos afectivos que fortalecen las identidades. (Rebellato, 1998a:33).
Rebellato sostiene que la teoría crítica debe proponer el
reconocimiento de los espacios autónomos solidarios en sus prácticas
políticas inmersos en las redes sociales que se constituyen en redes que
dan libertad, es decir, como factores que potencian una identidad
socio-cultural, fortalecen intercambios de comunicación, capacitan en la
construcción de espacios de cultura democrática participativa real, ayudan a
visualizar colectivamente la situación de exclusión, permitan construir "un
fortalecimiento de los potenciales subversivos de la memoria histórica y un
conocimiento del imaginario popular, en sus múltiples prácticas, sabidurías e
imágenes". (Rebellato, 1998b: 27).
Rebellato propone una dialéctica abierta a la complejidad,
al conflicto, a la incertidumbre y a la creatividad de las subjetividades
emergentes en los movimientos sociales. Con esto rechaza la "teoría del
reflejo" del marxismo ortodoxo a favor de una hermenéutica que parte del
reconocimiento de la centralidad de la cultura y valora el proceso de
"elaboración interpretativa" de los sujetos así como la ética en el
marco de un proyecto político, social y cultural de carácter liberador.
Enfatizar en el carácter hermenéutico y dialógico del lenguaje permite la
comprensión de que los sujetos elaboren, según Rebellato, en forma creativa,
discursos y proyectos capaces de concebirse contra el universalismo monológico
y hegemónico que excluye las variedades sub-estándar y vernáculas. Este
componente valorativo del lenguaje que asegura la dominación mediante la
negación de la identidad es estudiado críticamente en los trabajos de Roig,
Dussel y Freire. Apoyándose en estos autores, Rebellato rechaza el
universalismo abstracto que ha legitimado históricamente la opresión de
nuestros pueblos, "la dominación, el genocidio y el ecocidio; en nombre
de principios universales e indiscutibles, sacralizados por un fuerte
dogmatismo y por un etnocentrismo, se han cometido grandes injusticias. (Rebellato,
1997:8).
La hermenéutica es una herramienta productiva para el
análisis de los diálogos y de las prácticas de taller de educación popular,
permitiendo la interpretación de los conflictos que surgen entre los sujetos
participantes. Estas prácticas se fundamentan en una visión ética no
autoritaria con la finalidad de que los sujetos se conviertan en protagonistas
de la práctica. En esta perspectiva también es posible realizar aportes
respecto a la elaboración de una teoría social crítica capaz de facilitar la
participación en prácticas sociales comunitarias. Esto nos permite integrar
dimensiones tradicionalmente no tenidas en cuenta como el lenguaje no verbal,
el lenguaje corporal y la escenificación del poder que se expresa en la
comunicación que está asociada a las representaciones colectivas (1986a:59) y a
las narrativas de las comunidades. (Rebellato, 1996c:25).
En el estudio de la cultura popular a partir de la
hermenéutica, según Rebellato, permite integrar elementos cognitivos,
ideológicos, estéticos, mitológicos y afectivos, poniendo especial énfasis en
el estudio de los aspectos referidos al cuerpo y a sus formas de expresión: la
religiosidad, las fiestas, los disfraces, la música, el carnaval. (Rebellato y
Ubilla, 1986:100). Así, en los talleres de educación popular e investigación
social estos aspectos de la cultura popular aparecen integrados en una
perspectiva socio-psicológica con el objetivo de elaborar las situaciones de
conflicto que se expresan en el lenguaje, las instituciones y las ideologías
como "mitologías de clase": "Reconocer es siempre re-elaborar y
reestructurarse a sí mismo, descentrarse" (Rebellato, 1996b:29); y esta
tarea debe ser llevada adelante desde una situación geo-política marginal para situarnos
desde el contexto histórico de los pueblos periféricos que somos y pensar una
ética de la autenticidad desde nuestros contextos históricos. (Rebellato,
1988b:20).
Respecto a una praxis pedagógica crítica, en Ética de
la autonomía (1997) y en Antología Mínima (2000),
Rebellato plantea los siguientes desafíos:
·
Seguir
construyendo una teoría crítico-emancipadora frente al proyecto neoliberal y
continuar radicalizando sus postulados. Porque es más radical el peligro de
destrucción de la vida, de la naturaleza y la creciente dificultad para superar
la actual crisis de civilización, dado que nos enfrentamos a la expansión de
una ética y una cultura que pretenden ahogar los potenciales emancipadores.
Esta tarea teórico-práctica debe ser profundamente innovadora, para elaborar
nuevos temas, desafíos y caminos alternativos.
·
Articular
los poderes populares hacia una democracia radical y apostar a una democracia
integral construida desde la sociedad civil, así como a la constitución de
nuevas subjetividades colectivas.
·
Transformar
la educación y recuperar su dimensión ético-política.
En síntesis, la cultura es un complejo de instituciones,
tecnologías, prácticas y productos; es decir, la cultura es un lugar de lucha
contra el poder y también un medio para la promoción del sujeto y del cambio
social. La pedagogía, como práctica y crítica para la expansión de sujetos
democráticos, tiene que dirigirse hacia los problemas sociales como la
desigualdad económica e injusticia social para tratar los dilemas éticos y
políticos.
La educación crítica impulsa la constitución de un sujeto
como protagonista de su propia educación y de la transformación de la sociedad.
Tal proyecto se inscribe en la línea estratégica de transformación de los
movimientos populares en sujetos colectivos portadores del poder popular.
Ejercer el poder significa que los sectores populares se apropien a nivel
político, económico y cultural de ese poder que han generado, supone que ellos
son los protagonistas principales de un proceso de transformación y de
formulación de alternativas. Ese poder popular es producto de un prolongado
proceso de lucha, de organización, de autoeducación. En este sentido, la
educación popular emplea una metodología que procura despertar la iniciativa,
el sentido crítico y la creatividad, tratando de que los sujetos sean
protagonistas de la interacción educativa. Le compete llevar adelante una lucha
contra los proyectos hegemónicos ligados al neoliberalismo y a la
globalización. En este sentido, una educación popular que impulsa una búsqueda,
necesariamente rigurosa y creativa, está guiada por la convicción de que la
cuestión del poder sigue vigente y apuesta al fortalecimiento del poder (de
decisión, de control, de negociación, de lucha) de los sectores populares.
Bibliografía de José Luis Rebellato
(1989) Ética y práctica social, Montevideo,
EPPAL, 184 pp.
(1995) La encrucijada de la ética. Neoliberalismo,
conflicto Norte-Sur, liberación, Montevideo, Nordan, 236 pp.
(1997) Ética de la autonomía. Desde la práctica de la
Psicología con las Comunidades, Montevideo, Nordan. 246 pp. (Con Luis
Jiménez).
(1999) Democracia, ciudadanía y poder. Desde el
proceso de descentralización y participación popular, Montevideo,
Nordan., 189 pp. (Con Pilar Ubilla).
(2000) Ética de la liberación, Montevideo,
Nordan, 74 pp.
(2000) Antología mínima, La Habana. Colección
Educación Popular N°13, Editorial Caminos, 121 pp.
Otros escritos de José Luis Rebellato
(1986) "Conciencia de clase y participación. Análisis
de una experiencia sindical", en Notas sobre cultura y sociedad
(CIDC), N° 3, Montevideo, pp. 87-121. (Con Pilar Ubilla)
(1988a) "Bases para una educación alternativa", en
Cuadernos Latinoamericanos de Ecología Social, Montevideo, N°1,
CIPFE, págs. 34 a
48.
(1988b) "Educación popular y cultura popular" en Notas
sobre cultura y sociedad (CIDC), N° 4, Montevideo, págs. 7 a 40.
(1996a) "Ética y calidad de vida en el desarrollo de
una práctica social transformadora", en Los derechos humanos: un
horizonte ético. Curso a distancia, Montevideo, Serpaj, Vol. II, págs. 73 a 124.
(1996b) "Desde el olvido a la construcción de una ética
de la dignidad" en Historia, violencia y subjetividad, III
Jornadas de Psicología Universitaria, Montevideo, Multiplicidades, págs. 27 a 31.
(1996c)"Nuevos paradigmas éticos en el marco de una
práctica social transformadora", en Quehacer educativo, N°
20, junio, separata, págs. 1 a
15.
(1997) "Horizontes éticos en la práctica social del
educador", en Centro de Formación y Estudios del INAME,
Montevideo, págs. 1 a
28.
(1998a) "La globalización y su impacto
educativo-cultural. El nuevo horizonte posible", en Revista de la
Multiversidad Franciscana de América Latina, N° 8, Montevideo, págs. 23 a 51.
(1998b) "Globalización y pensamiento crítico
latinoamericano", en Aportes, N° 6, Montevideo, págs. 17 a 28.
Bibliografía sobre José Luis Rebellato
Núñez, María Gracia y Pérez, Edgardo. "Solidaridad y
democracia radical según José Luis Rebellato" en, Actio 2.2,
Revista del Instituto de Filosofía de la Facultad de Humanidad y Ciencias de la
Educación, marzo de 2004, págs. 23
a 43
Tani, Ruben y Pérez, Edgardo. "El pensamiento crítico y
social de José Luis Rebellato", en Undécimas Jornadas de pensamiento
filosófico. Homenaje a Carlos Mato. Mauricio Langón (Coordinador),
Buenos Aires, Ediciones FEPAI, 2004, págs. 89 a 109.
Tani, R., Carrancio, B., Pérez, E. y Núñez, M. G. "La
comprensión hermenéutica en el pensamiento social y político de José Luis
Rebellato" en Revista de la Multiversidad Franciscana de América
Latina, N° 13, Montevideo, marzo de 2004, págs. 139 a 168.
Tani, R., Carrancio, B., Pérez, E. y Núñez, M. G. "La
práctica pedagógica crítica de José Luis Rebellato", El Catoblepas,
N° 23, enero de 2004.
Tani, R., Carrancio, B., Pérez, E. y Núñez, M. G. Introducción
a José Luis Rebellato: teoría, práctica y praxis, Montevideo, Editorial
Ideas. 2004, 238 pp.
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