El poder de las redes: Manuel
Castells en Uruguay
En
agosto de 2012 se develó la noticia que se había manejado en las Redes Frenteamplistas
como una gran sorpresa para 2013: Manuel Castells confirmaba su visita a
nuestro país para junio de este año. Respondía así a la invitación que gente de
la Redes le había hecho: "Gracias por vuestro interés e invitación. Me
alegra enormemente la existencia de esta red de redes, los nuevos movimientos
sociales se van materializando...".
Las
coincidencias pueden ayudar: Montevideo es este año la Capital Iberoamericana de
la Cultura y ya largó un paquete de actividades de notable calidad como fueron
los cuatro conciertos playeros hace unas semanas y la Bienal que nos acompañará
hasta marzo. El año entero estará lleno de estas cosas tan necesarias para el
espíritu.
En ese marco,
la venida de Castells será un punto alto para el debate de ideas en nuestra
ciudad y en el país. Estamos ante uno de los sociólogos más importantes de la
actualidad; según Wikipedia:
Manuel
Castells Oliván (Hellín, Albacete, España, 9 de febrero de 1942) es un
sociólogo y profesor universitario, catedrático de Sociología y de Urbanismo en
la Universidad de California en Berkeley, así como director del Internet
Interdisciplinary Institute en la Universidad Abierta de Cataluña.
Según el Social Sciences Citation Index
2000-2009, Manuel Castells es el quinto académico de las Ciencias Sociales más
citado del mundo y el académico de las Tecnologías de la Información y la
Comunicación (TIC) más citado del mundo.(1)
Bastaría con esto para ir sacando entrada para escucharlo. Sin embargo, se trata de algo más.
Bastaría con esto para ir sacando entrada para escucharlo. Sin embargo, se trata de algo más.
Uruguay
está procesando un conjunto de transformaciones en todos los órdenes de la mano
de un desarrollo económico histórico, con una política social coherente en el
sentido de complementar crecimiento económico con justicia social. En ambos terrenos
falta mucho por recorrer, pero cualquiera que analice al país desde que el FA
tiene el gobierno -apenas 8 años- encontrará resultados impactantes, tanto
respecto a nuestra propia historia como al contexto latinoamericano y mundial.
En la
antesala del año electoral, cuando nos disponemos a discutir y elaborar
nuestras propuestas para presentar a la ciudadanía en el 2014, todo está en
debate. Los logros, las carencias, los errores y, muy especialmente, hacia
dónde orientar el próximo quinquenio parados en esta nueva realidad consolidada
que habilita a metas impensadas hasta hace muy poco tiempo.
Lo
anterior con el telón de fondo de una América Latina que se va poniendo
pantalones largos en el concierto internacional -basta mencionar la cumbre de
la CELAC de hace unos días- y un mundo desarrollado que sigue cursando una
profunda crisis cuyo final no se avizora.
En ese cuadro surgió, casi inevitablemente, el nombre de
Castells. Entender la sociedad informacional en que vivimos, desentrañar las
redes de poder que dominan el mundo capitalista actual -más capitalista que
nunca-, intentar descifrar algunas claves de su estructura, funcionamiento,
tendencias de desarrollo, etc., es el primer paso para soñar con la
construcción de una sociedad del conocimiento libre y democrática, superadora a
la vez, de este presente tan cargado de tensiones, peligros e injusticias que
nos rodean así como de los intentos frustrados del siglo XX de construir
sociedades socialistas basadas en la estatización absoluta, la colectivización
forzada, con libertades y democracia restringidas.
No
pretendemos encontrar la respuesta a semejante desafío con su sola presencia;
lo que pensamos es que sin estas búsquedas no tendremos norte ni sur y
seguiremos atascados en la denuncia de los males del capitalismo consumista
desenfrenado, sin capacidad de arriesgar caminos concretos para su
transformación radical en una sociedad de ciudadanos cultos y responsables,
tanto por el presente como por el futuro.
Los
trabajos de Castells han mostrado, con una enorme base documental mundial y una
erudición deslumbrante, que la evolución del capitalismo en esta nueva fase ha
ido generando la "sociedad red". Las gigantescas transformaciones
económicas, sociales y culturales fueron estudiados a fondo y muestran esta
realidad: la sociedad industrial que construyó el mundo a su imagen y semejanza
los últimos dos siglos ha sido relegada a un segundo lugar por la sociedad
informacional; en esta nueva forma donde las empresas se deslocalizan, el
trabajo se flexibiliza y la materia prima principal ha pasado a ser la
información y el conocimiento, a la vez, que el producto más preciado, ya no
cierran los esquemas precedentes. No ha muerto la forma anterior-industrial- al
igual que perviven formas más primitivas aún; lo fundamental es dilucidar cuál
es la forma dominante y la lógica subyacente a la misma, labor que Castells ha
contribuido grandemente a aclarar (1).
El
surgimiento de muchos fenómenos nuevos en las relaciones sociales está
íntimamente ligado a estas nuevas formas, desde la extensión de la democracia a
los fundamentalismos, los movimientos de liberación sexual o medio
ambientalistas, al papel rector de la ciencia y la tecnología y el poder
decisivo de la comunicación, cobran una expresión más clara a la luz de estos
enfoques de Castells.
El papel
de la comunicación, estudiado a fondo en Comunicación y Poder (2), desarrollado
a niveles inimaginables unos lustros atrás, ha potenciado la comunicación de
masas y ha generado un nuevo fenómeno: "la autocomunicación de masas, cuyo
contenido se autogenera, su emisión se autodirige y su recepción se autorregula,
abriendo un camino de liberación y creatividad". Aquí, el papel de las
redes juega su papel determinante y a ellas se traslada la disputa principal
del poder actual. He aquí nuestro gran tema.
Su último
libro, Redes de indignación y esperanza(3), propone un estudio de las
experiencias desarrolladas en distintas partes del mundo en los últimos años,
mostrando realidades, peculiaridades y generalidades, enfoques y
cuestionamientos sobre la política tradicional -izquierda incluida- que nos
ayudarán a ver problemas que no son ajenos ni lejanos.
Claro que
no se trata de encontrar un nuevo marxismo del siglo XXI sino de buscar en la
ciencia y la academia lo que éstas pueden dar a los movimientos sociales y
políticos - que siempre incorporarán nuevas e impensadas soluciones a los
problemas que les plantea la vida misma y la ciencia recogerá a posteriori-;
estamos ante un cientista social, sin aspiraciones de líder político,
comprometido con causas nobles, dispuesto a venir a nuestro pequeño país a
compartir con nosotros sus ideas e interesado en conocer nuestro movimiento,
nuestro Plan Ceibal y la sociedad uruguaya. Aprender, intercambiar, pensar más
y mejor, animarse a actuar: de eso se trata la venida de este notable
intelectual catalán.
(1) La era de la información; tres tomos, editado en 1996.
(2) Comunicación y Poder; editado en 2009.
(3) Redes de indignación y esperanza; editado en 2012.
(1) La era de la información; tres tomos, editado en 1996.
(2) Comunicación y Poder; editado en 2009.
(3) Redes de indignación y esperanza; editado en 2012.
Eduardo
Vaz
(el
subrayado es de quien publica, no del autor)
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